The "Right Triangle" strike again:
La Hipotenusa (ὑποτείνουσα="baja de tensión") es igual a la raíz de la suma del cuadrado de los catetos (κάθετος)
Triángulo Trinitario
Tres Personas distintas
Y un sólo Dios
Chapucero
Hemos sido
Unos niños malos
Muy malos.
Que
La Santísima Trini no quería
Pero nos merecemos un castigo
No basta con manifestar arrepentimiento
No basta el dolor de contrición
Ni el de atrición
Hemos ofendido al
Gran BAAL
(I like when the little sheep bleat)
Que tanto nos quiere
Y a Quien tanto debemos
Y a toda su corte angélica
Somos lo peor
Somos
Sodoma y Gomorra
Y caerá sobre nosotros
Fuego y Azufre
En cómodos plazos
Amén
¡¡¡PERDONA A TU PUEBLO
SEÑOR!!!
¡PERDONA A TU PUEBLO SEÑOR
PERDONA A TU PUEBLO
PERDÓNALO SEÑOR!
No estés eternamente enojado
No estés eternamente enojado
Perdónalo Señor.
Por tus profundas llagas crüeles
Por tus salivas y por tus hieles
Perdónalo Señor
Por tus heridas de pies y manos
Por los azotes tan inhumanos
Perdónalo Señor
Por los tres clavos que te clavaron
Por las espinas que te punzaron
Perdónalo Señor
Por las tres horas de agonía
En que por madre diste a María
Perdónalo Señor
Por la abertura de tu costado
No estés eternamente enojado
Perdónalo Señor
Todo el que ha podido ha huido de este infierno de mierda
También el Great Simon, que hacía surf en el Algarve, hablando con el dependiente de las tablas sin mascarilla ni hostias.
Ahí tu Saimon, con dos cojones.
Por acá vermut familiar, al más puro estilo confinado
Eso sí, sin mascarutas... Pa qué?
Siempre imaginé que el apellido no era casual
Y que la bel-la Mortadel-la
Era ahijada del impresentable capo de la Mafia
Pepino Mortadel-lo
Y subió como la espuma.
Del resto esperaba cualquier cosa.
La fidelidad perruna
Máxime si va acompañada
De sempiterna sonrisa
Ha de ser generosamente
Recompensada
En esta bonita instantánea podemos ver al Pichote, la Albergines y el Mortadelo, bailando, cantando y churrando, encantadísimos de haberse conocido.
Iluminados por la ingestión de varios hectólitros de etanol, llegan a la conclusión de que, para pasiar por el Paseo Marítimo de Barbastro, no hay ná como una buena escafandra.
Aplauden entusiasmados los tontos de Monzalbarba y los agudos de Utebo