Desde los acantilados, la niña mira al infinito
Desde los acantilados, la niña cierra los ojos
Y aspira voluptuosa la brisa del mar
Y deja que el oleaje se estrelle contra las rocas
Y que la espuma salpique y moje su cara
La niña vive en el Mar
Pasea por la playa
Corre, ríe solitaria
Mira el sol morir en el horizonte marino
Siente su alma teñirse de púrpura y cinabrio
Y espera que la noche la vista de frío
****
****