En la punta del agua
Una flor blanca, luminosa, de quince dólares, se hace chispa, se abulta, se diluye, chorrea entre otras flores más pequeñas, llora, se agita, la catapulta el chorro de agua y sube como bola en el aire
Está naciendo siempre, mientras el agua canta en esa fuente de la boite
Entre aplausitos, al compás de la orquesta, blanda flor blanca, acuosa, nostalgiosa en el aire
Subida en los aplausos como espitada, hendida, empitonada
Gime y llora en la noche, tira estrellas bailando bajo el humo, renace, llora por el chorro azul-blanco de la fuente como si fuera planta que la cría -y que no es-
Y sin embargo, así seguirá abriéndose, muriendo, hinchándose y flotando, mientras dure la noche, su belleza infantil de ingeniería, su blando corazón bajo el foquillo fijo y lechoso
El gringo, el chorro de agua a precio, el aire de importación, esas hembras, el mozo, esos señores
(Alfredo Zitarrosa: "GUITARRA NEGRA")
Hay una sombra oscura tras de ti...