Hace un par de semans, Lambán se vino arriba y dijo esto:
Al día siguiente se arrastraba cual lagartija, pidiendo perdón al tirano, aceptando que ha sido un niño malo y que no volverá -jodío acohol- a repetirse, padrecito Stalin.
A día de hoy ha vuelto a hacer el paripé (es su especialidad) y armándose de valor(?!) ha declarado que le parece una barbaridad lo que pretende aprobar Pedro Sánchez en el Congreso (eliminación del delito de sedición y de malversación de bienes públicos, cargarse el Tribunal Constiutucional...) pero afirma que hay que ejercer la lealtad al partido y votar lo que diga Sánchez.
Y luego, in continente,
caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada..