En la cumbrera 'e mi rancho
anidaron dos horneros,
y yo parezco un extraño
y el rancho parece de ellos.
Dentro solo, salgo solo,
siempre solo voy y vengo,
los hallo juntos po' el campo
y el campo parece de ellos.
Juntos trabajan y cantan
y tuito lo hacen contentos,
Ni se asustan cuando paso,
como si yo juese un perro
que no estorba ni hace daño
y lo dejan que ande suelto.
Dentro solo, salgo solo,
siempre solo voy y vengo,
los hallo juntos po' el campo
y el campo parece de ellos.
Ansina vivo en mi rancho
dende que solo me veo,
enantes otro era el nido
y el mundo parecía nuestro.
Rogale a Dios, hornerito,
que no te pase lo mesmo.
(Alfredo Zitarrosa)