jueves, 14 de septiembre de 2017

A UN OLMO SECO



  Al olmo viejo, hendido por el rayo 
y en su mitad podrido, 
con las lluvias de abril y el sol de mayo 
algunas hojas verdes le han salido.

  ¡El olmo centenario en la colina 
que lame el Duero! Un musgo amarillento 
le mancha la corteza blanquecina 
al tronco carcomido y polvoriento.

  No será, cual los álamos cantores 
que guardan el camino y la ribera, 
habitado de pardos ruiseñores.

  Ejército de hormigas en hilera 
va trepando por él, y en sus entrañas 
urden sus telas grises las arañas.

  Antes que te derribe, olmo del Duero, 
con su hacha el leñador, y el carpintero 
te convierta en melena de campana, 
lanza de carro o yugo de carreta; 
antes que rojo en el hogar, mañana, 
ardas en alguna mísera caseta, 
al borde de un camino; 
antes que te descuaje un torbellino 
y tronche el soplo de las sierras blancas; 
antes que el río hasta la mar te empuje 
por valles y barrancas,  
olmo, quiero anotar en mi cartera 
la gracia de tu rama verdecida. 
Mi corazón espera 
también, hacia la luz y hacia la vida, 
otro milagro de la primavera.

(Antonio Machado)

NASA - APOD



Polvo de estrellas en la nube molecular de Perseo
© IMAGEN Y DERECHOS DE AUTOR: Jeff Schilling

Nubes de polvo de estrellas flotan a través de este profundo paisaje celeste , a través de la nube molecular de Perseo, a unos 850 años luz de distancia. Las nebulosas polvorientas que reflejan la luz de las estrellas jóvenes incrustadas en ellas se destacan en el campo de visión de casi 4 grados de ancho. Con un característico color azulado, la nebulosa de reflexión NGC 1333 es prominente cerca del centro. Los indicios de emisión roja contrastante de los objetos Herbig-Haro, los chorros y el gas brillante que emana de las estrellas recientemente formadas, están dispersos por la extensión polvorienta . Si bien muchas estrellas se están formando en la nube molecular, la mayoría están oscurecidas en longitudes de onda visibles por el polvo omnipresente. El entorno caótico que rodea a NGC 1333 puede ser similar a uno en el que se formó nuestro propio Sol hace más de 4.500 millones de años. A la distancia estimada de la nube molecular de Perseo, esta escena cósmica abarcaría unos 80 años luz.