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Rendez-vous en la Bella Easo
La sonriente Fräulein parte lejos
Il faudra bien que ça arrive...
Vado via, casa tua più non c´è
Llueve, detrás de los cristales llueve y llueve...
Serrat, qué grande fuiste. Ahora, tan sólo un viejo chocho, apesebrado y cansino.
En un pueblecito de Soria, un perro noble, bueno y nervioso, tiene la mirada triste.
La noche mueve un aire oscuro y fresco, envuelto en silencio.
Habla de soledad.